El bienestar laboral depende de múltiples factores, y uno de ellos son las condiciones climáticas a las que están expuestos los trabajadores. Unas condiciones nefastas pueden, incluso, ser causantes de accidentes de trabajo.

Con respecto a esto, tanto la temperatura como la humedad relativa, junto con factores como la iluminación o el ruido, son aspectos que inciden directamente en el confort laboral en el centro de trabajo.

Pero conseguir ajustarse a los parámetros adecuados no es sencillo. En este artículo te explicamos cómo conseguir la temperatura y humedad ideal en el trabajo dependiendo del lugar en que desarrolles tu ocupación y la época del año que sea.

¿Qué temperatura y humedad es la ideal en el trabajo?

El calor del verano y el frío del invierno. Los dos extremos climatológicos son los que más controversia crean en este respecto.

Cuestiones como qué temperatura debe haber en un lugar de trabajo o la importancia del confort térmico en lo que respecta al bienestar laboral y la salud de los trabajadores son cuestiones de las que se ocupa el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT).

Aunque pueda parecer una cuestión banal, un correcto control de estos dos factores es de gran importancia.

Las altas temperaturas o el frío extremo no solo pueden resultar una fuente de incomodidad para los trabajadores, sino que los cambios bruscos de temperatura, la radiación solar excesiva a través de las superficies o una irradiación de calor descontrolada no están exentos de riesgos laborales.

Dado lo anterior, el INSHT elaboró una guía de aplicación del Real Decreto 486/119 en la que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud que deben regir el ambiente en los lugares de trabajo y que atiende a factores como la temperatura o la humedad.

Rangos de temperatura y humedad en el lugar de trabajo

oficina

El INSHT, dada la ambigüedad de los diferentes tipos de actividades, ha determinado un intervalo de temperaturas que deben mantenerse en el lugar de trabajo y que son dependientes de la actividad que se realice.

  • Trabajos sedentarios, como los propios de oficina: la temperatura debe estar entre 17ºC y 27ºC.
  • Trabajos ligeros: la temperatura oscilará entre 14ºC y 25ºC.

Dentro de estos parámetros, el INSHT determina que, en función de la estación del año y de la uniformidad o ropa personal que porten los empleados, toda vez que puede ser más ligera o de abrigo, deberán tenerse en cuenta los siguientes valores.

  • En verano: la temperatura recomendada está entre 23ºC y 27ºC.
  • En invierno: la recomendación es situar la temperatura entre 17ºC y 24ºC.

Otro factor a tener en cuenta, que afecta directamente a la sensación térmica e influye sobre el bienestar de los trabajadores es la humedad relativa, para la que se determinan valores comprendidos entre el 30% y el 70%, excepto en aquellos lugares en donde el riesgo inherente a la electricidad estática obligue a preservar un límite inferior del 50%.

La normativa es muy clara y, pese a las anteriores recomendaciones, prioriza un criterio basado en:

  • Las características particulares del propio lugar de trabajo.
  • Las características de los procesos u operaciones que se desarrollen en el lugar de trabajo.
  • El clima de la zona en la que esté ubicado el lugar de trabajo.

En lo referente a las características particulares de cada centro de trabajo, es de especial consideración la temperatura y la humedad ideal en locales de oficina.

Temperatura y humedad en trabajos de oficina

temperatura y humedad oficina

Las oficinas acostumbran a ser locales laborales con unas características muy particulares entre las que normalmente destacan la falta de aireación, la luz artificial y el hecho de compartir espacio entre varias personas, lo que limita la circulación del aire y una correcta ventilación.

En este tipo de espacios, que comparten similitud con muchos locales comerciales u otros donde la concurrencia de público es notoria, los criterios a tener en cuenta difieren ligeramente de los de otro tipo de establecimientos.

En lo que respecta a la temperatura, los valores ideales oscilan entre los 26ºC de máxima en verano y los 21ºC como mínimo en invierno, mientras que la humedad ideal en trabajos de oficina debe ser del 45% de mínima en ambas estaciones y del 60% y el 50% respectivamente.

En relación al consumo y al choque térmico, la relación causa-efecto es la misma que en cualquier centro de trabajo.

Es decir, cada grado en que se modifica la temperatura del aire acondicionado, calefacción o climatización incrementa el consumo de energía y el modo de evitar los cambios bruscos de temperatura es que la diferencia entre la temperatura exterior y la interior no sea demasiado elevada.

Cómo conseguir el valor de temperatura y humedad ideal en el trabajo

ambiente ideal trabajo

Regular correctamente la temperatura y la humedad en el trabajo no solo es una cuestión de confort climático.

En lo que respecta a la humedad, tal vez un factor menos tenido en cuenta que la temperatura, su regulación afecta directamente a nuestra salud.

La humedad ideal en trabajos de oficina debe ser un valor muy a tener en cuenta para evitar agravar riesgos para la salud añadidos a la particular consideración de dichos espacios en sí mismos.

Por ejemplo, una humedad por debajo del 40% puede provocar sequedad en piel, ojos y mucosas y elevar la posibilidad de compartir infecciones de tipo respiratorio. Mientras que un entorno de más del 60% de humedad es un caldo de cultivo de hongos y ácaros.

Cómo regular la temperatura en el trabajo

Para mantener el rango de temperatura y humedad ideal en el trabajo lo mejor es recurrir a dispositivos de climatización, aparatos de aire acondicionado o un sistema de calefacción.

Una buena alternativa para conseguir la temperatura ideal en el trabajo es recurrir al aire acondicionado.

Inicialmente, este tipo de dispositivos se crearon para aliviar la temperatura en ambientes de excesivo calor pero, desde hace algunos años, se han venido incorporando bombas de calor de manera que ofrecen ambas alternativas de uso.

Cómo regular la humedad en el trabajo

cómo regular la humedad en el trabajo

Un correcto control de la humedad relativa en el trabajo es la clave para evitar condiciones de insalubridad en el ambiente y mejorar la sensación de bienestar laboral.

Si bien el factor de la temperatura es fácilmente regulable gracias al abanico de dispositivos disponibles en el mercado, en lo que respecta a la humedad las medidas de control son diferentes.

Muchos dispositivos de climatización no inciden sobre los parámetros de humedad, sino que simplemente afectan a la temperatura. De ahí que sea importante contar con el mecanismo adecuado para conseguir la humedad ideal en el trabajo.

Pon un higrómetro en tu vida

Antes de elegir un mecanismo u otro es conveniente saber qué valores de humedad relativa se registran en el entorno laboral. Para conocer esas cifras de forma sencilla podemos hacer uso de un higrómetro o medidor de la humedad.

Actualmente, muchos humidificadores o deshumidificadores incluyen higrómetros en su configuración, pero también existen dispositivos a la venta, tanto analógicos como digitales, con los que medir la humedad en el aire de forma sencilla.

Si el valor de vapor de agua ambiental es mayor que el recomendado, que suele ser lo más común en los entornos laborales, la solución pasa por adquirir un deshumidificador con el que conseguir la humedad ideal en el trabajo.

Además, es conveniente mantener unas rutinas saludables de ventilación que renueven el aire y ayuden a mejorar las condiciones climatológicas en el entorno de trabajo.

Si, por el contrario, los datos arrojados por el higrómetro hacen necesario elevar el nivel de humedad relativa, lo más cómodo, práctico y sencillo es hacerse con un humidificador.

Este tipo de dispositivos mejoran la calidad del aire incrementando la humedad relativa cuando es necesario y evitando la sequedad del mismo en cualquier época del año.

¡Sigue todos estos tips y logra unos niveles de temperatura y humedad en el trabajo todo el año!